Día diez de junio de dosmilnueve. Han acabado las clases, los exámenes, las tensiones, las obligaciones, las presiones y el curso. Llevo dos semanas de vacaciones y estoy a dos días de intentar ganarme el pan para el curso que viene.
Siempre que empiezo algo los nervios y expectativas invaden mi estómago, se apoderan de mi ser y no me dejan libertad. Pero luego todo eso pasa y me adapto y disfruto y soy yo. ¿Por qué antes de empezar, en lugar de dejarme vencer por el miedo, no pienso en que después eso pasa y le siguen experiencias que nunca olvidaré?¿por qué no intento disfrutar desde el principio?
Quizá algún día lo consiga, venza a mi cerebro y lo controle, que haga lo que yo quiera que piense en lo que yo quiera y que vaya por donde yo quiera.
Siempre que empiezo algo los nervios y expectativas invaden mi estómago, se apoderan de mi ser y no me dejan libertad. Pero luego todo eso pasa y me adapto y disfruto y soy yo. ¿Por qué antes de empezar, en lugar de dejarme vencer por el miedo, no pienso en que después eso pasa y le siguen experiencias que nunca olvidaré?¿por qué no intento disfrutar desde el principio?
Quizá algún día lo consiga, venza a mi cerebro y lo controle, que haga lo que yo quiera que piense en lo que yo quiera y que vaya por donde yo quiera.